El viaje interestelar

21 de julio de 1969, "un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad" fueron las primeras palabras de Neil Armstrong al pisar el desconocido suelo lunar. Ya han pasado 48 años desde que el ser humano piso por primera vez un suelo extraterrestre.

Hoy las ambiciones son grandes y la búsqueda por el universo apenas ha comenzado. La insaciable sed por descubrir nuevos mundos, nuevos sistemas solares, nuevas galaxias, muy lejos de nuestro hogar, ha llevado a pensar en algo inalcanzable con la tecnología actual pero no imposible para los seres humanos: el viaje interestelar.

¿Qué es el viaje Interestelar?

Se conoce como viaje interestelar al viaje tripulado de personas o como sondas espaciales entre las estrellas de una galaxia. Los científicos y astrónomos debaten sobre la posibilidad de un viaje capaz de realizar el ser humano, ya que las distancias que se miden en el espacio no se tratan de millas o kilómetros. Si no de dimensiones incomprensibles para el cerebro humano, es decir, inimaginables.

Para calcular la distancia entre una estrella y el planeta tierra se utilizan medidas astronómicas, ya sea el año luz o también llamados UA(unidad astronómica).

Un año luz es la distancia que tarda la luz en viajar. La cual viaja a una velocidad 300.000 km/s aproximadamente.
Una unidad astronómica es la distancia entre el sol y la tierra, de la cual es 150.000.000 de km aproximadamente.

Actualmente, con la tecnología que posee el ser humano, las naves espaciales o los transbordadores viajan a una velocidad de 28.000 km/h. Y para llegar a la estrella más cercana de nuestro planeta, 165.000 años, ya que se encuentra a una distancia de 41,3 billones de kilómetros(4,37 años luz).

Pero aun así, estas distancias no son enormes para capacidad humana, porque el ser humano siempre busco la manera de alcanzar lo imposible. Hoy en día existen proyectos que se están llevando a cabo por grandes científicos, ingenieros, astrónomos y apasionados por el espacio para llegar a la estrella más cerca de Alfa Centauri con naves no tripuladas.

Aunque falte mucho para que un ser humano pise un suelo interestelar, estas noticias son los que ha llevado al hombre a alcanzar sus metas de poder en algún futuro vivir en otros planetas. Ya que como todo tiene una fecha, el planeta Tierra lo tiene también.

Dificultades del viaje interestelar

La principal dificultad del viaje interestelar es la enorme distancia que ha de cubrirse y en consecuencia el tiempo que llevaría con los métodos de propulsión más realistas - desde décadas a milenios. Así, una nave interestelar estaría mucho más expuesta a los peligros que se encuentran en los viajes interplanetarios, tales como intenso vacío, radiación y micrometeoroides. El largo tiempo de viaje hace difícil diseñar misiones tripuladas, y la justificación económica de cualquier misión interestelar es casi imposible, ya que los beneficios que no son accesibles en un plazo de décadas tienen un valor actual cercano a cero.

Los viajes intergalácticos implicarían distancias un millón de veces mayores que los viajes interestelares, aumentando las dificultades en un factor similar.

También el uso de combustibles hace que se deba buscar otras alternativas al uso de la energía como medio para viajar por las estrellas.

Voyager 1: La nave más lejana

de la Tierra

La sonda Voyager 1 (que significa viajero) que fue lanzada junto con su hermana Voyager 2 el 20 de agosto de 1977 explorar los planetas más allá de Marte, alcanzo este año el espacio interestelar, es decir, el espacio que hay entre el sol y las estrellas del universo. Pero eso no significa que la sonda este fuera de la atracción gravitatoria del sol. Para que esto suceda tardaría 1 año luz en cruzar la nube de Oort que es una nube esférica de objetos transneptunianos que está ubicada en los límites del sistema solar.

La Voyager 1 viaja a una velocidad de 60.000 km/h que si la comparamos con los transbordadores con la estrella más cercana a la tierra, Alfa Centauri, tardaría unos 70.000 años en llegar solo de ida.

La nave está desde hace 40 años emitiendo ondas con la tierra en el silencio del vacío del espacio. Esta se alimenta gracias a tres generados que suministra suficiente energía para que sus últimas llamadas a la Tierra sea para el año 2025-2030. Lo que lo dejara vagando solo por el universo hasta que algún día una civilización inteligente la encuentre y se encuentre con un artefacto totalmente desconocido. Pero los científicos decidieron poner en la sonda un disco dorado con la información de nuestra existencia. Que contiene diversos saludos en varios idiomas, sonidos característicos de nuestro planeta, imágenes y la ubicación del planeta.

800px-The_Sounds_of_Earth_Record_Cover_-_GPN-2000-001978.jpg

[Disco dorado de la Voyager 1]

El día 14 de febrero de 1990 la sonda Voyager giro por última vez su cámara y capto la foto más lejana de la tierra desde unos 6.050 millones de kilómetros de distancia. Y a la foto la llamaron “el pequeño punto azul”.

Métodos propuestos para viajes interestelares

Si una nave espacial pudiera viajar a una velocidad media del 10% de la velocidad de la luz, ello sería suficiente para alcanzar Próxima Centauri en cuarenta años. Hay varios sistemas de propulsión capaces de conseguir esto, si bien ninguno de ellos es razonablemente económico.

Propulsión nuclear de pulso: la construcción naves espaciales con propulsión nuclear de pulso, esto es, naves conducidas por una serie de explosiones nucleares. Mediante el uso de bombas nucleares en miniatura como combustible se debería alcanzar un 3% de la velocidad de la luz.
Cohetes de fusión: naves espaciales de cohetes de fusión, utilizando previsibles reactores de fusión, deberían poder alcanzar un 10% de la velocidad de la luz.
Cohetes de antimateria: Un cohete de antimateria tendría una densidad de energía e impulso específico mucho mayor que cualquier otro tipo propuesto de cohete.
Y otras ambiciones más.

La ambición más grande de todas

Un proyecto para enviar pequeñas naves espaciales a otros sistemas solares y realizar así viajes interestelares podría estar más cerca que nunca de ser una realidad. Se trata de la construcción de naves espaciales que viajarán billones de kilómetros, mucho más allá de cualquier nave en el pasado.

El programa de investigación -que ha sido respaldado por el conocido científico británico Stephen Hawking- tiene como objetivo desarrollar unos chips que funcionarán como "naves espaciales" y que acortarán el tiempo de duración de los viajes. El proyecto está valorado en unos US $100 millones y fue lanzado por el multimillonario Yuri Milner. También cuenta con el apoyo del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.

Hay muchos problemas que deben superarse antes de que se construyan las primeras naves espaciales capaces de ir a otras estrellas. Estos incluyen la creación de cámaras en miniatura, instrumentos y sensores que quepan en un chip, el desarrollo de una vela solar lo suficientemente fuerte como para soportar un potente láser durante varios minutos y encontrar una manera de que las imágenes e información del nuevo sistema de estrellas pueda ser enviado de nuevo a la Tierra.

Las velas solares son como las velas de un barco, pero que en vez utilizar viento son empujadas por la luz. Un láser gigante en la Tierra daría a cada nave un poderoso empujón, enviándolas a su ruta y alcanzando el 20% de la velocidad de la luz.

160412191832_breakthrough_projecto_viajes_estrellas_624x351_christiandarkinsciencephotolibrary_nocredit.jpg

[Esta obra artística muestra cómo una vela solar podría funcionar en las naves espaciales]

Conclusión

El ser humano siempre ha buscado nuevos rumbos u objetivos que sean inalcanzables para su lógica o razón. Una de ellas fue la primera sonda que fue lanzada al espacio y luego el primer ser humano y así esta poner un pie sobre otro suelo extraterrestre.

Hoy se sabe que el hombre tendrá que buscar otros mundos, otros sistemas, otros hogares para poder así sobrevivir a nuestra inevitable desaparición. Si el ser humano no logra esto en los futuros años nos veremos capaces de dejar de existir y saber que algún día otros seres de otros mundos solo encontraran ruinas y más ruinas de que una vez unos seres inteligentes habitaron este planeta.

Por eso es inevitable que se empiecen a poner en marcha planes para poner decir una vez más: “un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad”